Me gusta pensar que escribo desde el exilio.
Pero la verdad es que esta maquina que uso, que me gustaria imaginarme que es una vieja maquina de escribir - del tipo en el que se atoran las teclas y la cinta se desgasta facilmente - me impide hasta el ligero placer de la egne.
Entonces calculo los beneficios y puntos adversos de escribir anos cuando me refiero al periodo de tiempo elapsado en 365 dias. Considero el problema que postula el decir "Papas comi" y convencer al lector que este humilde servidor no es un canibal sino alguien limitado por la dificultad de poner acentos en este teclado americano (estadounidense?).
Quizas sea los efectos de un dulce ponche de granada con nuez picada pero hoy determine algo que solo hoy me sentiria capaz de dictaminar. La gente grande -no, no los gigantes sino la gente vieja de alma y no de cuerpo - habla solamente de tres cosas: sus enfermedades que tuvieron, las enfermedades que se imaginan que tienen y sus nietos que se casan. De vez en vez tambien hablan de los muertos que pasan y los que vienen.
Hoy por segundo dia consecutivo platique con un pistolero. Un verdadero jefe de jefes (como la cancion) que en algun distante pasado bajo al cacique local del llano en llamas a punta de pistola. Y ahora le renta su rancho a una compania americana. Quien dijo que el capitalismo americano no existia en mexico o habia fallado?
Un hombre de casi 90 con la lucidez y vivacidad de uno de 60. El dice que el ponche es su ama bendita y entre codornices y moronga se nos fue la tarde en escuchar sus historias.
De esas gentes de antagno que le dicen a los doctores medico.
Me gusta el pasado cuando vive frente a mis ojos. Las memorias un reliquio, y mas si de trasfondo se encuentra un bosque de pinos, de camino hay una carretera que mezcla la terraceria, el empedrado y una carretera federal que esta 2/3.
Y de postre un taco de frijoles.
oye poeta! quiero un trago de este ponche tambien!
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